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Los Sindicatos Mundiales denuncian la irresponsabilidad que supone no firmar el Pacto Mundial sobre Migración

publicado 11 diciembre 2018 actualizado 12 diciembre 2018

El movimiento sindical internacional ha criticado a los 13 Gobiernos que confirmaron que no firmarán el histórico Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (PMM). En lugar de contribuir a resolver los acuciantes problemas respecto a la migración y avanzar hacia una visión coherente y una gobernanza global de las migraciones, han optado por utilizar el Pacto como una oportunidad para apelar a sentimientos nacionalistas y extremistas hostiles a los migrantes.

El Consejo Global Unions (CGU), que agrupa a los sindicatos mundiales que representan a los sindicatos sectoriales y profesionales, así como a las centrales sindicales nacionales, ha hecho pública una declaración donde mantiene que dado que la migración es, por naturaleza, un fenómeno transfronterizo, requiere cooperación que atraviese las fronteras.

El CGU apunta que “la migración no representa una crisis. Es la gobernanza de la migración lo que se ha convertido en una crisis”. Aduce además que una importante vía para reducir la presión de la migración es abordar las razones que obligan a las personas a abandonar sus hogares. Incluyen la extrema pobreza, guerras y otros conflictos violentos, y el impacto del calentamiento global. Tanto la migración como sus causas requieren una acción global coordinada.

En su intervención durante la conferencia intergubernamental en la que se adoptó el Pacto Mundial sobre las migraciones, el coordinador principal de la Internacional de la Educación, Dennis Sinyolo declaró: “Ahora, más que nunca antes, la comunidad internacional debe unirse para hacer frente a la lacra del racismo y la xenofobia, y para conseguir que nuestras sociedades, nuestros lugares de trabajo, nuestras escuelas y, de hecho, todos los servicios y las instituciones, sean realmente inclusivos y acojan a migrantes y refugiados. Después de todo, no hay otra raza que la raza humana; y no se trata de su país y nuestro país, sino del planeta de todos juntos”.

Los países que han confirmado su negativa a firmar el pacto son: Austria, Australia, Bulgaria, Chile, Croacia, la República Checa, Estonia, Hungría, Israel, Polonia, Eslovaquia y Estados Unidos. En muchos países cuyos líderes se han “arriesgado” a ser responsables, están viéndose atacados por la extrema derecha y los populistas nacionalistas apoyándose en desinformación e información errónea.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, en su intervención inaugural el 10 de diciembre de la reunión convocada en Marrakech, Marruecos, para aprobar el Pacto y remitirlo a la Asamblea General de la ONU, denunció la distorsión del contenido y el objetivo del Pacto. Citó varios mitos, incluyendo la idea de que el Pacto, que no es un tratado, pudiera socavar la soberanía nacional.

Guterres explicó que “el Pacto únicamente reafirma que los migrantes deben disfrutar de los derechos humanos, independientemente de su situación legal”. Añadió que “sería irónico que, en el día en que se conmemora el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, considerásemos que los migrantes deben ser excluidos de su alcance”.

Tras afirmar que el Pacto constituye un marco para una mayor cooperación internacional respecto a la migración, el Secretario General concluyó diciendo “Trabajemos juntos por un futuro más seguro, con menos miedo y más próspero, tanto para nuestras sociedades como para todos los migrantes del mundo. Es decir, para todos nosotros”.

El Secretario General de la Internacional de la Educación, David Edwards, haciendo referencia a la declaración del CGU, afirmó “unimos nuestras voces para pedir a las organizaciones miembros que exhorte a aquellos Gobiernos que rechazaron el Pacto a reconsiderar su posición, apoyar el Pacto, y participar en su seguimiento”.

Edwards adujo además que “en tanto que sindicalistas de la educación, debemos defender la decisión de los Gobiernos que firmaron el Pacto, frente a campañas de mentiras y distorsión destinadas a crear temor y hostilidad hacia los migrantes en aras de objetivos políticos a corto plazo. La generación de odio hacia los migrantes representa la vanguardia del asalto del autoritarismo contra nuestras democracias”.

El Consejo Global Unions está integrado por la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), la Internacional de la Educación (IE), IndustriALL Global Union, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), la Alianza Internacional de las Artes y el Espectáculo (IAEA), la Confederación Sindical Internacional, la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agricultura, Hotelería, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA), la Internacional de Servicios Públicos (ISP), el Consejo Sindical Consultivo ante la OCDE (TUAC), y UNI Global Union. Juntos, representan a más de 300 millones de trabajadores y trabajadoras.