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Miembros de los sindicatos de docentes de Nueva Zelanda participan juntos en la huelga de docentes más importante de la historia de Nueva Zelanda

publicado 31 mayo 2019 actualizado 11 junio 2019

Casi 50.000 docentes de Nueva Zelanda salen a la calle para exigir un mayor gasto presupuestario en educación.

La Internacional de la Educación apoya a los casi 50.000 docentes y directores de escuelas de educación primaria y secundaria de Nueva Zelanda que participaron el martes 28 de mayo en la huelga más importante de la historia de Nueva Zelanda. La huelga supuso el cierre en todo el país de escuelas con 700.000 estudiantes.

Chris Hipkins, ministro de educación, ha ofrecido un aumento de 1.200 millones de dólares neozelandeses en el gasto en educación, “la cantidad más alta en décadas”, por lo que la huelga se ha considerado un éxito. Aunque se trata de un paso en el sentido adecuado, los docentes de Nueva Zelanda han expresado a través de sus sindicatos que se necesita un presupuesto más elevado. Además, piden un reducción en la carga laboral.

Las cuatro organizaciones neozelandesas que forman parte de la IE participaron en la huelga: la IndependentSchoolsEducationAssociation Inc. (ISEA), el New ZealandEducationalInstitute (NZEI Te Riu Roa), la New Zealand Post PrimaryTeachers’ Association (NZPPTA) y el New ZealandTertiaryEducationUnion (NZTEU).

Lynda Stuart, presidenta del NZEI, se dirigió a la multitud en un acto celebrado en Auckland, la capital del país, y aprovechó para recordar que se organizarían otras huelgas si el gobierno no seguía avanzando.

Entre los objetivos de la PPTA se incluyen un incremento salarial del 15 por ciento en el plazo de un año, medidas positivas para los gestores y un aumento del tiempo para la preparación de las clases de cinco a seis horas en el caso de los docentes con trabajo a jornada completa.

El NZEI lucha por un aumento salarial del 16 por ciento en el plazo de dos años, una renovación de las cláusulas de comparabilidad salarial para los docentes de educación secundaria, la eliminación del límite de cualificación salarial y recursos suficientes para que todas las escuelas dispongan de un coordinador para necesidades especiales.

Antes de la huelga, los sindicatos de docentes habían estado negociando con el gobierno para pedir salarios más altos y una reducción de la jornada laboral, pero las negociaciones han terminado en punto muerto. La huelga tuvo lugar un día antes de que el gobierno presentara su presupuesto para “Bienestar” con el objetivo de mejorar los estándares y servicios vitales y sociales de los neozelandeses.