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El Reino Unido y Kenia encabezan una campaña mundial en pro de la educación cuyo objetivo es recaudar 5000 millones de dólares estadounidenses

publicado 12 octubre 2020 actualizado 21 octubre 2020

Los Gobiernos del Reino Unido y Kenia organizarán conjuntamente en 2021 una cumbre de alto nivel de actores y responsables políticos clave en el ámbito mundial a fin de coordinar la acción mundial para que cada niño y cada niña reciban una educación.

El Reino Unido será el anfitrión de la histórica cumbre mundial en pro de la educación que se celebrará a mediados de 2021, año en el que el Reino Unido asumirá la presidencia del G7. Los organizadores (el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta) han instado a los dirigentes y las dirigentes mundiales a invertir en medidas para que los niños y las niñas vayan a la escuela y así se pueda revertir el efecto de la COVID-19 con la asistencia a la escuela y el aprendizaje. La cumbre de 2021 recaudará fondos para la Alianza Mundial por la Educación (GPE, por sus siglas en inglés), que ha hecho un llamamiento a la acción con el objetivo de recaudar al menos 5000 millones de dólares estadounidenses para educación en los países más vulnerables del mundo.

Coronavirus y la crisis de la educación

El coronavirus ha agravado la crisis mundial de la educación, con 1300 millones de estudiantes —650 millones de los cuales son niñas— sin educación en el momento máximo de cierres de escuelas. Los expertos y las expertas advierten de que muchos niños y niñas nunca regresarán a la escuela, especialmente cuando los países experimenten una contracción económica después de la pandemia.

Los anfitriones: el Reino Unido y Kenia

En la cumbre del año que viene se obtendrán fondos para la labor de la GPE en los países en desarrollo, que tiene por objeto ayudar a escolarizar a los niños y niñas, sacar a las comunidades de la pobreza y evitar que se obligue a las niñas a casarse.

“La educación abre puertas a la oportunidad y la prosperidad —dijo Johnson—. Ofrece a las niñas la oportunidad de salir de la pobreza y la explotación y de trazar su propio futuro. Por ello, me complace que el Reino Unido organice la reposición de los fondos de la GPE en 2021. Insto a la comunidad mundial a que aúne sus fuerzas, sea generosa y garantice la financiación del trabajo fundamental de la GPE para que cada niño y cada niña tengan la oportunidad de recibir una educación”. El Reino Unido es el donante principal de la GPE.

La educación ocupa un lugar central en la estrategia del Gobierno de Kenia para convertirse en un país industrializado de aquí a 2030. Kenia ha alcanzado progresos considerables en materia de educación, ya que ha logrado una escolarización universal en la enseñanza primaria y ha derribado las barreras de género para que haya el mismo número de niñas que de niños escolarizados.

“El recurso más valioso de un país es una población instruida —dijo Kenyatta—. Debemos aprovechar la oportunidad que brinda la conferencia para la financiación de la GPE para hacer promesas ambiciosas de inversión en la educación de calidad para que nuestra infancia y nuestra juventud tengan las competencias y los conocimientos necesarios para aprovechar las oportunidades que ofrece el siglo XXI”.

Financiación para el futuro

El objetivo de financiación fijado por la GPE de 5000 millones de dólares en los próximos cinco años contribuirá a garantizar que 175 millones de niños y niñas puedan aprender en 87 países de ingresos bajos. Además, según la organización, sumará potencialmente 164 000 millones de dólares a las economías de los países en desarrollo, sacará a 18 millones de personas de la pobreza y protegerá a 2 millones de niñas del matrimonio precoz.

“Invertir en la GPE es invertir en el activo más poderoso del mundo: sus niños, niñas y jóvenes”, declaró Julia Gillard, antigua primera ministra de Australia y presidenta de la junta de la GPE. “Mediante la refinanciación de la GPE, los dirigentes y las dirigentes pueden enviar un mensaje claro de que el mundo se toma en serio la creación de un futuro mejor para todas las niñas y los niños a través de la educación”.

La misión de la GPE

La GPE, de cuya junta es miembro la Internacional de la Educación, representa el compromiso compartido de poner fin a la crisis mundial de la enseñanza. La GPE moviliza alianzas e inversiones para ayudar a más de 70 países socios a transformar sus sistemas educativos con miras a ofrecer una enseñanza de calidad a más niños y niñas, especialmente a aquellos que son víctimas de la marginación por motivos de pobreza, sexo, discapacidad o desplazamiento.

En respuesta a los trastornos educativos provocados por la pandemia, la GPE estableció recientemente un fondo de emergencia ante la COVID-19 de 500 millones de dólares para ayudar a garantizar la continuidad de la educación en países de ingresos bajos. Hasta hora, 55 países están utilizando los fondos para apoyar la educación a distancia, ayudar a reabrir las escuelas con seguridad y aumentar la resiliencia ante futuras crisis.