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Día Mundial del Personal de Apoyo Educativo: Pandemia y privatización.

publicado 15 mayo 2021 actualizado 2 julio 2021

La Internacional de la Educación señaló el 16 de mayo de cada año como el día para celebrar al Personal de Apoyo a la Educación (PAE). Este día se centra en los derechos y la situación de las trabajadoras y trabajadores de la educación y llama la atención internacional sobre el papel esencial que desempeña este personal.

La pandemia del COVID-19 ha suscitado el reconocimiento y respeto por las trabajadoras y trabajadores de primera línea que han asumido muchos riesgos y han trabajado intensamente para proteger la salud y garantizar servicios vitales en medio de una pandemia mortal.

Entre las trabajadoras y trabajadores cuya función y contribución se ha situado en el centro de atención y se ha encomiado como nunca antes, se encuentra el personal de apoyo educativo (PAE). Sin embargo, no está claro si el reconocimiento a este personal vaya a continuar una vez que termine la crisis sanitaria.

El personal de apoyo educativo y la pandemia

Antes de la pandemia, el personal de apoyo educativo no solía ser visible para el público en general. Sin embargo, el profesorado, los estudiantes y sus familias siempre han confiado en los integrantes de este personal. Todos aquellos que tienen contacto con el personal de apoyo a la educación en el aula, la administración, los comedores, las bibliotecas escolares, la limpieza y la seguridad, el mantenimiento, el transporte u otros servicios escolares, saben que son fundamentales para el funcionamiento de las escuelas y la calidad de la educación.

El personal de apoyo educativo siempre ha sido fundamental para crear entornos de aprendizaje positivos y seguros y velar por que las instituciones educativas funcionen eficazmente.

Sin embargo, incluso dentro de los sistemas educativos su contribución no siempre ha sido apreciada en su justo valor. Frecuentemente carecen de acceso a una formación y desarrollo profesional de calidad y no se les consulta sobre cuestiones que afectan a su profesión.

Durante los cierres de escuelas en todo el mundo, el personal de apoyo educativo aseguró las comidas a estudiantes y familias, mantuvo las instalaciones escolares limpias y seguras y trabajó incansablemente para atender la salud mental de su alumnado. Han entregado libros, han instalado conexiones wifi y han apoyado a los estudiantes que lo necesitan.

Lamentablemente, la ola de reconocimiento público de las trabajadoras y trabajadores de primera línea rara vez se concretó en una mejor remuneración o condiciones de trabajo. En algunos países, hubo bonificaciones temporales.

Gran número de miembros del personal de apoyo educativo siguen sobrecargados de trabajo y mal remunerados. Algunos tienen poca o ninguna seguridad laboral y sus contratos son precarios. En algunos países, fueron despedidos sin ninguna indemnización durante los cierres de escuelas y universidades.

El personal de apoyo educativo y la recuperación

En el período posterior a la pandemia, la recuperación dependerá de un gasto público adicional para impulsar la economía y los servicios públicos que las crisis sanitaria, económica y conexas han puesto a prueba. Cuando ello supere las posibilidades nacionales, será necesaria la solidaridad para que juntos hagamos avanzar el mundo.

Del mismo modo en que la disponibilidad universal de vacunas es esencial para una recuperación sanitaria mundial, la solidaridad internacional es la clave para una recuperación social y económica sostenible.

A medida que las escuelas reanudan el aprendizaje presencial, la disponibilidad del personal de apoyo a la educación en un número suficiente y que disponga de los medios necesarios para mantener niveles adecuados de saneamiento es fundamental para que las escuelas reabran sus puertas con éxito.

Es de lamentar que muchos gobiernos ya están planeando presupuestos semejantes a los anteriores o reducidos para los servicios públicos. Algunos reconocen la necesidad de estimular los sectores que se han visto afectados por la pandemia, pero no entienden la crucial contribución social, económica y de diverso orden que la educación y otros servicios públicos procuran para la recuperación.

Los gobiernos a menudo han optado por la privatización y las asociaciones público-privadas en tiempos de austeridad, aunque estas opciones por lo general no reducen los costos ni mejoran la calidad. La privatización, la comercialización y las asociaciones público-privadas en el sector educativo han adoptado muchas formas: escuelas privadas y con fines de lucro; mayor dependencia de las empresas privadas para las políticas o el plan de estudios; o el diseño y funcionamiento de sistemas estandarizados de pruebas y evaluación.

Las empresas privadas han asumido algunas responsabilidades en materia educativa, incluso a través de asociaciones con empresas de tecnología de la enseñanza para digitalizar la educación. En el caso de los servicios educativos realizados por el personal de apoyo a la educación, a menudo han adoptado la forma de subcontratación del trabajo.

El personal de apoyo a la educación y la privatización

En el período de austeridad que siguió a la crisis financiera y económica de 2008-2009, algunos sistemas educativos subcontrataron servicios como las comidas, el transporte, la limpieza y la seguridad. Esta privatización a menudo fue alentada por las instituciones financieras internacionales, especialmente el Banco Mundial.

Las empresas privadas que prestan estos servicios pueden ser locales, nacionales o multinacionales. Por poner un ejemplo, la empresa francesa Sodexo opera comedores y otros servicios alimentarios tanto en el sector privado como en el público. Según su informe anual de 2020, el 19% de sus ingresos proviene de escuelas y universidades (reducidos en ese año debido al cierre de escuelas). También hay empresas multinacionales que ofrecen servicios de limpieza, seguridad y transporte.

El personal de apoyo educativo, aun cuando trabaja para contratistas privados, sigue siendo parte de la comunidad escolar, pero la subcontratación puede debilitar esta relación. Dependiendo de la legislación y las prácticas nacionales, el personal de apoyo a la educación puede transferir o no su empleo a empresas privadas.

Las trabajadoras y trabajadores del personal de apoyo a la educación pueden o no estar cubiertos por convenios colectivos. Si están cubiertos por este tipo de convenios, a menudo se trata de acuerdos en los servicios de alimentación o de transporte, de limpieza u otros sectores, y no en la educación. En muchos casos, su vínculo con las escuelas puede romperse si se les reasigna a labores en otros lugares de trabajo.

El Secretario General de la IE, David Edwards, explica que “para el personal de apoyo educativo, al igual que para las trabajadoras y trabajadores en la educación, la recuperación presenta oportunidades y peligros. Promover la inversión en el personal de apoyo educativo incrementa el alcance y mejora la calidad de la educación."

"Los gobiernos deben entender que la educación de calidad requiere compromiso. Subcontratar sus responsabilidades en materia de educación pública puede parecer una respuesta más barata, pero no es una buena inversión”.

Fomentar entornos de aprendizaje positivos y seguros que garanticen que las instituciones educativas funcionen eficazmente para todos los estudiantes requiere que el personal de apoyo a la educativo sea respaldado, remunerado y facultado para defender sus estudiantes y su profesión.