Ei-iE

Día Mundial del Docente: la profesión docente es clave para una recuperación eficaz y equitativa, y hay que apoyarla durante la crisis de la COVID-19

publicado 6 octubre 2021 actualizado 11 octubre 2021

Con ocasión del Día Mundial del Docente, el 5 de octubre, la presidenta de la Internacional de la Educación, Susan Hopgood, ha puesto de relieve el hecho de que un gran número de docentes hayan tenido que pagar un precio demasiado alto para garantizar una educación de calidad a sus estudiantes.

En su intervención durante la conferencia “COVID-19: lo que los empleadores necesitan saber sobre vacunas y prevención”, organizada por la Organización Internacional de Empleadores (OIE), Hopgood subrayó que, si los Gobiernos quieren garantizar una recuperación eficaz y equitativa, es necesario que mantengan consultas con las organizaciones representativas de los y las docentes.

Para exponer la difícil situación del personal docente en los últimos tiempos, Hopgood destacó el evento conmemorativo virtual que la Internacional de la Educación organizó con ocasión del Día Mundial del Docente y cuyo objetivo era “rendir homenaje a los y las docentes que perdimos durante la pandemia”.

El abrumador coste de la pandemia

Hopgood tachó de lamentable que, “pese a que las cifras son abrumadoras, rara vez se cubren las historias y el coste humano que esta pandemia ha supuesto para nuestro alumnado, nuestras comunidades y nuestro profesorado”.

“Como profesión global, estas abrumadoras pérdidas nos afectan a todos y todas a escala mundial. El hecho de que la gran mayoría de las personas que hemos perdido nunca hubieran tenido la oportunidad de vacunarse no hace sino reforzar nuestro compromiso para garantizar un acceso equitativo a las vacunas y unas condiciones de trabajo seguras para quienes seguimos trabajando en primera línea con las poblaciones con menos probabilidades de ser vacunadas: los niños y las niñas”.

La presidenta de la Internacional de la Educación manifestó su reconocimiento a los y las docentes que se han estado adaptando e improvisando en el aula y en la comunidad, trabajando a través de sus sindicatos para forjar y dirigir políticas a nivel de los sistemas y gestionando los retos individuales propios de muchísimas personas que trabajan en primera línea. También señaló que “la ausencia de enseñanza presencial durante la pandemia creó un vacío y transmitió una lección inequívoca en todas las comunidades acerca de la importancia de la enseñanza, de un lugar denominado escuela y de las estructuras y los sistemas necesarios de educación”.

Esa lección se ve reforzada por la matemática de la desigualdad, insistió: el aprendizaje eficaz a distancia es inviable cuando la mitad del planeta no tiene Internet. La desaparición de los programas escolares de nutrición potencia el histórico y creciente índice global del hambre. Desde que empezó la pandemia, 11 millones de niñas han pasado a engrosar las filas de los ya 130 millones de niñas sin escolarizar. Y quizás no regresen. Hopgood también recordó a los y las participantes que el director general de la OIT, Guy Ryder, ha lamentado el hecho de que, de aquí a finales de 2022, 9 millones más de niños y niñas vayan a sumarse probablemente a los 152 millones de niños trabajadores y niñas trabajadoras.

Exención relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y vacunas para todo el profesorado

“Como docentes, en estos tiempos de la COVID-19 tenemos presencia en todas las comunidades y, por extensión, en todas las economías. Sabemos que, sin un acceso equitativo a las vacunas a escala mundial, no se podrá poner fin a esta crisis ni se podrá regresar con total seguridad a las escuelas, al comercio ni a una comunidad como tal.”

Susan Hopgood, presidenta de la Internacional de la Educación

La exención relativa al “Acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio” (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es fundamental, declaró Hopgood, insistiendo en que las vacunas y los tratamientos para luchar contra la COVID-19 son auténticos bienes públicos mundiales. Todavía hay vidas en juego, recalcó, en particular “las vidas de nuestros compañeros y compañeras, sus comunidades y el derecho de sus estudiantes a un futuro. Un estudio realizado el mes pasado afirma que más de la mitad de la población mundial será susceptible de contraer el virus a finales de este año y que la transmisión y la propagación serán considerables a lo largo de 2022”.

Por eso, junto a más de cien países e innumerables organizaciones, además del propio director de la OMC, la Internacional de la Educación considera que la solución más eficaz ahora es la exención temporal de las barreras de propiedad intelectual sobre las vacunas y los productos médicos para combatir la COVID-19.

“Como docentes, en estos tiempos de la COVID-19 tenemos presencia en todas las comunidades y, por extensión, en todas las economías. Sabemos que, sin un acceso equitativo a las vacunas a escala mundial, no se podrá poner fin a esta crisis ni se podrá regresar con total seguridad a las escuelas, al comercio ni a una comunidad como tal. Mientras el acceso a las vacunas no satisfaga la demanda mundial, las corrientes cada vez más fuertes de la pandemia nos arrastrarán más mar adentro todavía y nos apartarán más aún de la orilla de la recuperación”.

Principios de la OCDE y de la Internacional de la Educación para la recuperación educativa

Hopgood recalcó que, durante la pandemia, les fue mucho mejor a los países cuyos Gobiernos y empleadores se comprometieron firmemente con los sindicatos que a los países donde docentes y sindicatos no se implicaron o fueron tratados como obstáculos. Destacó que la Internacional de la Educación y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han establecido diez principios para una recuperación educativa eficaz y equitativa:

  1. Mantener los establecimientos educativos abiertos tanto como sea posible y de la manera más segura posible.
  2. Garantizar la equidad y adaptar los recursos a las necesidades.
  3. Crear una infraestructura de aprendizaje a distancia diseñada para llegar a todo el conjunto estudiantil.
  4. Apoyar al personal docente en su vida profesional.
  5. Permitir que el profesorado y los padres y las madres apoyen al alumnado.
  6. Proporcionar apoyo específico para satisfacer las necesidades pedagógicas, sociales y emocionales del alumnado.
  7. Diseñar, junto con el personal docente y las partes interesadas, una infraestructura sólida de aprendizaje digital.
  8. Capacitar al profesorado para que ejerza su profesionalidad y se beneficie de oportunidades de formación profesional.
  9. Fomentar una cultura de innovación colaborativa.
  10. Aprender de los datos nacionales e internacionales.

Para la Internacional de la Educación y sus organizaciones miembros, la recuperación equitativa y la sostenibilidad de la educación de calidad y de cualquier otro aspecto de la sociedad civil es imposible “si seguimos despojando de fondos y desmonetizando el sector público, si ignoramos la crisis climática, si permitimos que los paraísos fiscales de los papeles de Pandora se oculten en la oscuridad y si no hacemos frente a las crecientes amenazas a la democracia”.

El profesorado defiende la verdad y lucha contra la mentira y la desinformación

En el Día Mundial del Docente 2021, el personal docente y todos los trabajadores y todas las trabajadoras de la educación nos solidarizamos con “nuestras comunidades afectadas y angustiadas”, señaló Hopgood. “Nuestra parcialidad no es ningún secreto: defendemos la verdad y, a través de nuestros sindicatos, emprendemos acciones colectivas frente a las mentiras y la desinformación. Educamos, informamos y trabajamos para movilizar a la ciudadanía contra la intolerancia y el autoritarismo”.

“Nos hemos movilizado para que el futuro pospandemia se construya escuchando, enseñando y colaborando en el trabajo necesario para una recuperación eficaz y equitativa. El futuro depende de ello”, concluyó.