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Mundos de la Educación

Arrojar luz sobre el derecho a la educación en Afganistán

publicado 8 junio 2023 actualizado 20 marzo 2024
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Hoy, la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones abordará la alarmante situación de los derechos humanos en Afganistán en la Conferencia Internacional del Trabajo que se celebra en Ginebra. Con el Observatorio de los Derechos del Personal Docente Afgano, la Internacional de la Educación recoge testimonios y pone de manifiesto las terribles condiciones a las que se enfrenta el profesorado, así como las duras limitaciones que el régimen talibán ha impuesto al derecho a la educación de las niñas.

Desde que los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021, los derechos de la ciudadanía afgana y, en especial, los de las mujeres y las niñas, han estado en constante ataque.

Casi cada día surge una nueva prueba de que el régimen talibán está recortando derechos a pasos agigantados.

Una de las primeras y más notorias violaciones de derechos fue la decisión de impedir la reapertura de los centros de secundaria para niñas. El anuncio de que se permitiría a las adolescentes volver a clase no se ha hecho realidad; de hecho, lo que ha sucedido en la práctica, es que cada vez se aprueban más restricciones a la educación en general y a la de las mujeres y las niñas en particular.

Desde que los talibanes tomaron el poder, las instituciones de educación terciaria han cerrado sus puertas al personal y el alumnado femenino. A las mujeres y a las niñas se les ha negado el derecho a salir de casa sin un acompañante masculino, ya sea para trabajar o para participar en cualquier aspecto de la vida comunitaria fuera del hogar.

Aunque las políticas educativas adoptadas por los talibanes desde agosto de 2021 se caracterizan por la fragmentación y, en muchas ocasiones, por la incoherencia, es evidente que la situación ha empeorado.

Sin embargo, es difícil hacerse una idea clara y completa de la realidad debido a la falta de un seguimiento eficaz y sistemático.

La mayoría de las embajadas ha cerrado, por lo que la capacidad de los Estados Miembros para que su personal controle la evolución en el sector educativo es muy limitada. Los talibanes han amordazado y censurado a los medios afganos y casi la totalidad de la prensa internacional ha abandonado el país.

"Desde agosto de 2021, el personal docente no cobra o lo hace de forma parcial o intermitente. Muchas personas llevan meses sin percibir su remuneración."

El observatorio cubrirá el déficit de información crítica

Por lo tanto, la creación del Observatorio de los Derechos del Personal Docente Afgano es una excelente noticia.

La información que aporte el profesorado y se comparta a través de la red cerrará brechas importantes de conocimiento sobre el estado del sector educativo y el derecho a la educación en Afganistán.

El derecho a la educación es mucho más que tener las escuelas abiertas. Las condiciones de trabajo y salariales del profesorado, los códigos de vestimenta y las normas de conducta, el acceso a materiales de enseñanza y aprendizaje, los cambios en el plan de estudios, la segregación por sexos del alumnado y el personal y los sistemas de control escolar son aspectos fundamentales que repercuten directamente en la capacidad para ejercer el derecho a la educación.

La remuneración del profesorado

El pago de los salarios del profesorado es un ejemplo paradigmático.

Desde agosto de 2021, el personal docente no cobra o lo hace de forma parcial o intermitente. Muchas personas llevan meses sin percibir su remuneración, pero debido a las diferencias regionales y a las decisiones arbitrarias, ha sido muy complicado trazar una imagen precisa de la situación salarial del profesorado a escala nacional.

Se trata de un aspecto esencial tanto por su influencia directa en el sistema educativo como por las importantes consecuencias que tiene en el bienestar personal y familiar del personal docente.

Según el testimonio recogido por Human Rights Watch, de un director de escuela, "uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos en el sector educativo es que no se están pagando los salarios del profesorado. El personal docente también está en una situación de vulnerabilidad económica y, en la mayoría de los casos, su sueldo es su única fuente de ingresos. Tienen que pagar alquileres y facturas con su escasa remuneración mensual".

La irregularidad de los pagos está exacerbando una de las crisis alimentarias más graves y extendidas del mundo, llevando al personal docente y a sus familias al límite de la supervivencia.

Otra directora declaró a Human Rights Watch que sus docentes "no pueden alimentar a sus hijos e hijas. Una nos contó que había comprado un kilo de pan duro y mohoso por 10 afganis [0,11 $] para poder darles algo de comer a sus niños. Se me saltaron las lágrimas".

Al devastador efecto de estas dificultades en la vida del profesorado se suma su influencia en el funcionamiento del sistema educativo y en la calidad de la educación.

El observatorio apoyará el trabajo vital de las instancias de representación del profesorado

Este es solo uno de los aspectos sobre los que arrojará luz la información recopilada a través del Observatorio de los Derechos del Personal Docente Afgano. Es nuestra obligación dilucidar esta y las otras múltiples violaciones del derecho a la educación en Afganistán.

Si queremos tener alguna posibilidad de influir en sus políticas y sus prácticas, es primordial que dispongamos de datos precisos sobre lo que está sucediendo en territorio afgano.

Esa imagen completa y actualizada de la realidad será clave para la comunidad internacional, pero resultará todavía más importante para ayudar al National Teacher Education Council (NTEC), el sindicato afgano afiliado a la Internacional de la Educación, a llevar a cabo su destacada labor.

Pude reunirme con el NTEC durante una visita a Afganistán en febrero de 2022 y comprobé de primera mano, el importante trabajo que realiza, representando los intereses del profesorado en conversaciones con las agencias internacionales, las organizaciones no gubernamentales y las autoridades afganas.

Poder compartir la experiencia de sus afiliadas y afiliados potenciará esa función crucial de defensa y representación que el NTEC ya está llevando a cabo.

Estoy deseando colaborar con el NTEC, la Internacional de la Educación y otros activistas de todo el mundo para multiplicar la información que recogemos gracias al observatorio con el fin de proteger y promover del derecho a la educación en Afganistán.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.