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EE.UU.: Recortes en educación para los niños y niñas bajo custodia federal en la frontera

publicado 7 junio 2019 actualizado 12 junio 2019

Un funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la Administración Trump envió un correo electrónico a los albergues mediante el cual se les notificaba la cancelación de las clases de inglés, los programas recreativos y la asistencia jurídica a los niños y niñas bajo custodia federal en la frontera a partir del 22 de mayo.

Un funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la Administración Trump envió un correo electrónico a los albergues mediante el cual se les notificaba la cancelación de las clases de inglés, los programas recreativos y la asistencia jurídica a los niños y niñas bajo custodia federal en la frontera a partir del 22 de mayo.

La Internacional de la Educación apela a la Administración Trump a que vuelva a revisar los recortes en financiación a la educación de los niños y niñas detenidos en la frontera. Esta nueva medida pone en peligro el derecho fundamental de una educación de calidad para todos los niños, y es perjudicial para la salud mental y física de niños y niñas. Es evidente que los niños necesitan acceso a la educación y al recreo para poder madurar. Una vez más, la Administración Trump, al cortar el acceso a la educación, demuestra indiferencia por los principios humanitarios cuando se trata de niños/as que huyen de unas condiciones duras.

Los sindicatos de la educación de EE.UU. expresan su preocupación

La Presidenta de la NEA, Lily Eskelsen García, manifestó, “El modo en que tratamos a los niños y niñas dice mucho del carácter de esta nación. Aún somos una nación de valores, que se basa en el ideal de que todos somos creados iguales y recibimos igual trato. Este acto insolente es inhumano y cruel, además de una clara violación de ese principio”.

La Presidenta de la AFT, RandiWeingarten, coincide: “Se trata de un movimiento cruel, cobarde e ilegal. Los hijos e hijas que han sido separados de sus padres y madres, encarcelados y privados de humanidad no han provocado sus circunstancias; sin embargo, esta Administración insiste en tratarlos con una indiferencia insolente e inhumana”.

La Internacional de la Educación condena el recorte de servicios a niños y niñas

Ya es lo bastante horrible que los niños y niñas sean separados por la fuerza de sus padres y madres, y que se les retenga bajo custodia federal tal vez durante varios meses seguidos. Al recortar su derecho fundamental a la educación, que es necesario para su salud y bienestar, se da otro paso hacia la degradación de una población ya de por sí vulnerable. La Internacional de la Educación, como voz de la profesión que se dedica al bienestar de niños y niñas, condena enérgicamente las horribles condiciones promulgadas por la Administración Trump.

“En la Internacional de la Educación tenemos como prioridad principal una educación de calidad para todos, y esta debe ser una prioridad en todo el mundo a fin de garantizar el bienestar infantil. Para empezar, la detención en la frontera es un trauma para estos niños/as, y, al negarles su derecho a la educación y al recreo, estos niños están soportando condiciones similares a la del encarcelamiento que les perseguirán el resto de sus vidas”, comenta el Secretario General de la IE, David Edwards.

Como mencionó un empleado de un albergue, la actividad física y el recreo organizados son fundamentales para mantener la salud física y mental, ya que proporcionan a los niños y niñas una salida a la monotonía. El empleado insinuó que, sin estos programas, los niños/as tendrían poco que hacer y acabarían sentados todo el día en su habitación.

Estos menores no acompañados viajan a los EE. UU. para huir de situaciones difíciles, como la violencia de las bandas y la extrema pobreza. Cuando los detienen, los servicios que reciben en los albergues les proporcionan distracción mientras esperan su veredicto sobre cuál será su ubicación de destino. El recorte en estos programas afectará a un promedio de 12 500 menores en todo el país, esto es, la cifra de menores bajo custodia federal según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Una violación de los tratados internacionales de derechos humanos

Esta nueva medida de la Administración de EE. UU. constituye una violación de los tratados de derechos humanos reconocidos internacionalmente, entre ellos la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y los Principios y Directrices Recomendados de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en las Fronteras Internacionales.

Este acto atiende a la política de inmigración de “tolerancia cero”, que separa por la fuerza a los niños y niñas inmigrantes de sus padres y madres en la frontera entre EU. UU. y México, alegando como motivo una “entrada ilegal” en el país. La IE ha presentado una queja formal ante el Consejo de Derechos Humanos en la que insta al Gobierno de EE.UU. a revocar inmediatamente esta política.

Tal y como insistió la Texas StateTeachersAssociation en un comunicado de prensa el año pasado, “En una decisión trascendental, en Plyler c. Doe, que tuvo su origen en Texas, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó en 1982 que los Estados no pueden denegar a los estudiantes una educación pública gratuita por su condición de inmigrante. Ese dictamen sigue siendo legislación nacional”, lo que implica la ilegalidad de este acto.