Ei-iE

Resolución sobre: Descolonizar la educación

publicado 6 agosto 2019 actualizado 7 agosto 2019

La 8ª reunión del Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE) en Bangkok, Tailandia, del 21 al 26 de julio de 2019:

(1) Reafirma que la educación es un derecho humano y un bien público, y que toda persona tiene el derecho fundamental a una educación que le permita alcanzar su máximo potencial y convertirse en un(a) ciudadano(a) responsable;

(2) Recuerda las resoluciones de la IE: sobre los derechos de los Pueblos Indígenas adoptada por el 1er Congreso Mundial de la IE en 1995, sobre la educación en la diversidad cultural adoptada por el 4º Congreso Mundial de la IE en 2004, sobre la diversidad cultural adoptada por el 5º Congreso Mundial de la IE en 2007 y sobre la diversidad lingüística adoptada por el 7º Congreso Mundial de la IE en 2015;

(3) Nota que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución en la que se proclamó el año 2019 Año Internacional de las Lenguas Indígena; y que la mayoría de las lenguas habladas en el mundo que están en peligro de desaparecer son lenguas Indígenas, lo que pone en riesgo las culturas y los sistemas de conocimiento a los que esas lenguas pertenecen;

(4) Recuerda que el enfoque basado en los derechos que guía el trabajo de la Internacional de la Educación y orienta las políticas y los programas que se implementan para promover los derechos individuales y colectivos, tal como se describe en el Documento de Política de Derechos Humanos y Sindicales adoptado por el 7º Congreso Mundial de la IE en 2015, y que en este enfoque basado en los derechos, los seres humanos no son considerados como meros beneficiarios pasivos de los derechos humanos, sino como titulares activos y asertivos en el ejercicio de sus derechos;

(5) Reconoce que la cuestión sobre qué constituye el conocimiento, cómo se produce y cómo se enseña (formas de aprendizaje) está indisolublemente vinculada a los contextos sociopolíticos, económicos e históricos, así como a las arraigadas desigualdades sociales estructurales que los caracterizan, y que ese conocimiento puede ser un arma de dominación y también puede ser aprovechado en la consecución de la democracia y la justicia para todos y todas;

(6) Reconoce además que el conocimiento y las formas de aprendizaje pueden considerarse “colonizados” en el sentido de que los sistemas de conocimiento producidos y las formas de aprendizaje valoradas por los poderes colonizadores han sido, y siguen siendo, poderosos y, a menudo, dominantes con respecto a los sistemas de conocimiento producidos y las formas de aprendizaje valoradas (antes o en la actualidad) por los pueblos colonizados y los Pueblos Indígenas;

(7) Acoge con satisfacción el surgimiento de nuevos movimientos sociales en diferentes partes del mundo que exigen la descolonización de la educación, lo que significa que las relaciones entre poder, conocimiento y aprendizaje deben ser reconocidas y abordadas por y dentro de las instituciones educativas, por la democratización del conocimiento, para que haya justicia social dentro y a través de la educación en forma de reconocimiento, redistribución y representación de los sistemas de conocimiento y formas de aprendizaje que no se originen del poder colonizador anterior o actual;

(8) Determina que:

(i) Las instituciones educativas deben aceptar que existe una variedad de conocimientos y formas de aprendizaje que pueden y deben tenerse en cuenta, y que su pertinencia depende de las preguntas que se formulen, de los procesos adoptados para llegar a las respuestas, los cuales incluyen consideraciones sociales y éticas -tanto implícitas como explícitas, así como académicas/ técnicas/científicas;

(ii) La implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.1 busca asegurar que “todas las niñas y todos los niños completen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos”. El ODS 4.2 busca “asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad”. Esto debe ser entendido por los Estados, responsables políticos, el profesorado y el personal de apoyo educativo en el sentido más amplio teniendo en cuenta los conocimientos locales, no dominantes, las epistemologías, las tradiciones pedagógicas y educativas, así como de las comunidades colonizadas e indígenas;

(iii) Los sindicatos de la educación, en su calidad de voz colectiva y organizada de la profesión docente, y en consonancia con su mandato de justicia social en y a través de la educación, desempeñan un papel primordial en la promoción de la descolonización de la educación en todo el mundo;

(iv) El lenguaje del colonizador siempre ha sido un medio de dominación y esclavitud. Las lenguas, incluso las lenguas minoritarias, son importante marca de la cultura y la diversidad de los pueblos. Deben ser reconocidas por las autoridades y enseñarse desde la primera infancia. Implica tanto reconocer su historia y su cultura como preservar una herencia lingüística que es la riqueza de la humanidad.

(9) Hace un llamamiento a la Internacional de la Educación y a todas las organizaciones miembros a:

(i) Desarrollar la colaboración con organizaciones indígenas mundiales, nacionales y locales con el fin de buscar los mejores caminos para descolonizar la educación.

(ii) Aprovechar toda oportunidad para sensibilizar a sus miembros sobre los esfuerzos de los movimientos y procesos [específicos al contexto] encaminados a descolonizar la educación, y hacer que asuman la responsabilidad de trabajar con tales movimientos;

(iii) Desarrollar e integrar este discurso en todas las políticas para avanzar en estos temas dentro del trabajo programático y de promoción en y a través de las campañas, incluyendo la actual campaña de Respuesta Mundial a la Privatización en la Educación de la IE;

(iv) Hacer todos los esfuerzos posibles para velar por que la investigación que se encargue, y las personas expertas que se consulten y oradores que se inviten a eventos y actividades nacionales, regionales y mundiales auspiciados por la IE representen una amplia variedad de perspectivas, cuerpos de conocimiento y enfoques.