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La Internacional de la Educación manifiesta su solidaridad con un sindicato de la educación de Hong Kong y con la libertad académica en todo el mundo

publicado 3 agosto 2021 actualizado 10 octubre 2023

La Internacional de la Educación condena firmemente la actuación del gobierno de Hong Kong al romper sus vínculos con el Hong Kong Professional Teachers’ Union (HKPTU), el sindicato de docentes más importante de la ciudad, con 95 000 miembros y una representación del 90 por ciento del personal docente de esta urbe. Además, la IE denuncia violaciones graves de la libertad académica y un ataque sistemático a los derechos humanos.

Ataque a un sindicato de la educación y a la democracia

La Oficina de Educación (EDB) de Hong Kong anunció que dejaría de trabajar con el sindicato HKPTU y lo acusó de ser un grupo poco profesional que “difunde propaganda política”. Esta medida se adoptó el 31 de julio, pocas horas después de los ataques en medios estatales chinos en los que se señalaba que el sindicato era “un tumor venenoso” que debía “erradicarse”.

Según las autoridades, el HKPTU “ha estado difundiendo propaganda política a pesar de presentarse como una entidad educativa profesional”.

La EDB también mencionó la relación del sindicato con otras coaliciones prodemocráticas, entre ellas, el Frente Civil por los Derechos Humanos y la Alianza de Hong Kong en Apoyo de los Movimientos Patrióticos y Democráticos de China. Ambas organizaciones han sufrido también presiones por parte del gobierno.

“Oprimir a los sindicatos de la educación forma parte de una estrategia coordinada y sistemática para obtener el control absoluto al aniquilar todo tipo de actividades independientes mientras se impone a los niños y niñas una doctrina oficial que garantice la pasividad y la obediencia de las futuras generaciones”, declaró David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación.

En su denuncia de “otro ataque a los derechos humanos y sindicales”, Edwards incidió en que el movimiento sindical internacional de la educación apoya al HKPTU y a sus 95 000 miembros y exige respeto por sus derechos sindicales y por la libertad de expresión.

La medida tomada en Hong Kong implica que el gobierno ya no se reunirá ni consultará en ningún caso a los organismos de representación docente. Además, se retirará a los miembros del sindicato de sus puestos en órganos consultivos del Gobierno y no se reconocerán los cursos de formación docente impartidos por el HKPTU.

Este ataque contra el sindicato de la educación llega en el momento en el que la ciudad va a introducir la educación obligatoria sobre seguridad nacional en los centros docentes en respuesta a meses de disturbios y protestas en favor de la democracia en 2019. Los y las líderes sindicales han acusado a las autoridades de imponer el “terror blanco” a esta profesión desde la ratificación de la ley de seguridad nacional por parte de Pekín en junio de 2020.

Ante estas noticias, el HKPTU emitió una declaración en la que expresaba su “pena y decepción” y acusaba al Gobierno de desatender el bienestar del profesorado de la ciudad.

“El HKPTU subraya que los sindicatos desempeñan un papel positivo a la hora de proteger los derechos e intereses de los empleados y empleadas, así como de mejorar políticas”, explica la declaración. “A pesar de las diferencias de opiniones, si el Gobierno y los sindicatos cortan relaciones, todo el sector saldrá perjudicado”.

Violación de la libertad académica

Los ataques a la libertad académica empezaron antes de que China impusiera la ley de seguridad, pero se han acelerado desde su adopción. El índice de libertad académica, un dato acreditado e independiente sobre la libertad de cátedra, otorgó a Hong Kong una calificación de “A” en 2010. Esto significa que su universidad se encontraba entre los organismos con más libertad del mundo. En 2018, habían descendido hasta puestos intermedios y, a día de hoy, están en el nivel más bajo, similar al de las universidades de China continental.

Un artículo del New York Times habla de un “lavado de cerebro” sistemático en los centros escolares, donde el alumnado de solo seis años recibe formación sobre infracciones recogidas por la ley de seguridad. Una docente con experiencia que enseñó pensamiento crítico en el ámbito de la educación cívica se dio cuenta de que su materia había cambiado de tal modo que todo se consideraba positivo, por lo que se desincentivaba el debate. A partir de ahora, impartirá otra asignatura sobre hostelería.

Según The Guardian, cinco docentes fueron arrestados por sedición al considerarse que empleaban un libro infantil favorable a la democracia. El libro cuenta una historia sobre defender a las ovejas en un pueblo en el que hay lobos. Se les ha condenado por conspiración “por publicar, distribuir, mostrar o copiar documentos sediciosos”.

Tanto sindicatos de estudiantes de la universidad como activistas han sufrido acoso y, en un caso, se llegó a suspender la actividad de un sindicato estudiantil. Se les ataca en virtud de la ley de seguridad por sus actividades previas en favor de la democracia.

Infracción grave de los derechos humanos fundamentales

La Internacional de la Educación reitera la petición al gobierno de Hong Kong para que libere de inmediato a la totalidad de activistas detenidos y para que los gobiernos de Hong Kong y China revoquen la legislación represiva, en especial la ley de seguridad impuesta por China, y pongan fin a los abusos.

Persecución continua a sindicalistas y activistas que luchan por la democracia

En julio de 2020, la Internacional de la Educación firmó la declaración conjunta de solidaridad del Consejo Global Unions, en la que se exige justicia para Lee Cheuk Yan —secretario general del HKPTU bajo arresto— y se pide a las autoridades de Hong Kong que protejan los derechos fundamentales. Posteriormente, Lee Cheuk Yan ha sido juzgado, declarado culpable y condenado por organizar y participar en las manifestaciones de 2019 con varios activistas por la democracia.

La Internacional de la Educación, con ayuda de la comunidad sindical internacional, seguirá supervisando de cerca la situación de los derechos humanos y sindicales en Hong Kong y apoyando a quienes luchen por la libertad y la democracia.