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Haciendo caso omiso de los llamamientos internacionales en favor de la paz y la diplomacia, Rusia ha puesto en marcha una injustificable invasión a gran escala de Ucrania. La Internacional de la Educación se solidariza con el profesorado, el alumnado y el pueblo ucraniano y solicita a la comunidad internacional que detenga el derramamiento de sangre y haga todo lo posible para evitar una crisis humanitaria catastrófica en Europa.

“El ataque de Rusia a Ucrania es inaceptable. Los y las docentes de todo el mundo nos solidarizamos con nuestros compañeros y compañeras, estudiantes y comunidades de Ucrania y denunciamos la invasión. El conflicto ya se ha cobrado 14.000 vidas desde 2014, ha dejado miles de heridos/as y ha provocado el desplazamiento de 1,5 millones de personas. La violencia debe cesar. La comunidad internacional debe mantenerse unida frente a esta agresión y apoyar el derecho de Ucrania a elegir su futuro”, ha declarado David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación.

Susan Flocken, directora europea de la Internacional de la Educación, ha manifestado: “El profesorado, el personal académico y sus sindicatos de Europa están conmocionados por la intervención militar de la Federación Rusa en el estado soberano de Ucrania. El Comité Sindical Europeo de la Educación (CSEE) condena el ataque de Rusia en Ucrania y expresa su firme apoyo y profunda solidaridad con el conjunto de compañeros y compañeras, docentes, personal académico y estudiantes de Ucrania. La vida de millones de personas está en juego. La guerra y la invasión no deberían producirse jamás en sociedades contemporáneas, donde las personas recurren a la palabra, y no a las armas, para llegar a un acuerdo. La invasión debe cesar”.

La Internacional de la Educación, en colaboración con sus organizaciones miembros en Rusia y en Ucrania, ha hecho hincapié en la importancia del diálogo y de preservar los valores de la educación y la paz.

Manifestamos nuestro compromiso incondicional con nuestras organizaciones miembros en Ucrania: el Trade Union of Education and Science Workers of Ukraine (TUESWU) y el Free Trade Union of Education and Science of Ukraine (VPONU).

En su declaración, el TUESWU, que representa a 1,4 millones de trabajadores y trabajadoras de la educación de Ucrania, ha insistido en que “este escenario agresivo tendrá consecuencias humanitarias catastróficas, pero también socavará significativamente la economía del país. Se podrían perder millones de puestos de trabajo, y la destrucción de instituciones educativas, de servicios sociales y de la economía del país provocará pobreza e indigencia. El bienestar social y el respeto de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras dejarían de figurar en la agenda”.

La invasión rusa del territorio soberano ucraniano constituye una flagrante violación del derecho internacional que provocará la trágica pérdida de vidas humanas, y pone en peligro no solo la seguridad de Ucrania, sino de toda la región. No se pueden subestimar las enormes consecuencias de este acto bélico.

El pueblo ucraniano tiene derecho a un futuro sin violencia ni guerra. Los ciudadanos y las ciudadanas tienen el derecho soberano a decidir democráticamente su futuro como nación. El mundo debe estar a su lado y redoblar los esfuerzos para garantizar la paz en el país y en el continente.

Es el momento de abordar los graves problemas de la región mediante el fomento de la paz, no de la guerra y la destrucción.