Ei-iE

Red del Clima de la Internacional de la Educación: Hacia una pedagogía de la esperanza para las personas y el planeta

publicado 25 abril 2024 actualizado 2 mayo 2024

El 22 de abril, la Red del Clima de la Internacional de la Educación se reunió a fin de celebrar el Día de la Tierra con un debate profundo sobre la reforma que se requiere para fomentar una pedagogía de la esperanza y una educación de calidad sobre el cambio climático en las aulas de todo el mundo. A los sindicalistas de la educación se sumaron tres activistas inspiradoras que lideran el movimiento juvenil por la acción climática y la justicia climática.

De la ansiedad climática a la acción climática

La juventud suele citar la ansiedad climática como una de sus principales preocupaciones. Una encuesta realizada en 2021 a 10 000 jóvenes de 10 países, reveló que el 75 % sentía que el futuro era “aterrador” y el 58 % percibía que los gobiernos los estaban traicionando a ellos y a las generaciones futuras

Puede ser difícil mantener la esperanza ante la guerra, las violaciones generalizadas de los derechos humanos, la degradación medioambiental y la intensificación de los efectos del cambio climático. Enseñar al alumnado acerca de las múltiples crisis mundiales, las injusticias sistémicas y la inminente catástrofe climática no es suficiente. Solo cuando la educación está impregnada de una esperanza fundamentada en la reflexión crítica e integrada en unos principios de justicia social, puede ser un catalizador para la acción y el activismo.

En su 10ª reunión, la Red del Clima de la IE reflexionó sobre los requisitos para incorporar una pedagogía de la esperanza en la educación sobre el cambio climático, y las opciones para dotar al personal docente de las herramientas que necesita para fomentar la esperanza en el aula y proporcionar al alumnado las competencias, los conocimientos y los valores adecuados que les permitan luchar por un mundo justo y sostenible.

A las personas sindicalistas de la educación se sumaron las activistas climáticas Mitzi Jonelle Tan (Fridays for Future, Filipinas), Xiye Bastida (Fridays for Future, México/Estados Unidos) y Pheobe Hanson (Teach for the Future, Reino Unido), quienes lideran campañas destinadas a la acción climática en sus respectivos países y a nivel internacional. Juntas analizaron el concepto de pedagogía de la esperanza de Paulo Freire y de qué manera se aplica a la enseñanza sobre la crisis climática y al contenido de la educación sobre el cambio climático. Además, examinaron el modo en que la educación sobre el cambio climático está inexorablemente relacionada con otros aspectos de la educación para la sostenibilidad en su sentido más amplio, la educación en derechos humanos, la educación para la ciudadanía global, la educación para el entendimiento intercultural, la educación antirracista y la educación para la paz.

Las jóvenes activistas convinieron en que enseñar sobre la crisis climática sin debatir las acciones que los estudiantes y las estudiantes pueden llevar a cabo para adaptarse y atenuar la crisis puede alimentar una sensación de ansiedad. Para fomentar una pedagogía de la esperanza, la educación climática debe ser una enseñanza centrada en las soluciones y descolonizada. Asimismo, la educación climática debe incluirse en las materias escolares de todos los niveles educativos y debe basarse en las realidades locales a las que se enfrenta el alumnado, integrando las cosmovisiones tradicionales sobre nuestra relación con la naturaleza en lugar de enfocar el tema desde un modelo extractivista.

“The best way to prepare students for a world in crisis is to help them become solution makers and critical thinkers who can see the world as a place for building better and who can see themselves as architects of the future.”

Xiye Bastida | Fridays for Future, México/Estados Unidos

Además, es necesario llevar a cabo un cambio estructural en lo que respecta a la infraestructura escolar. Mitzi Jonelle Tan habló sobre lo que esto significa en Filipinas, donde las escuelas suelen utilizarse como centros de evacuación durante los desastres naturales, los cuales se producen cada vez más frecuentemente debido a la crisis climática. En consecuencia, el alumnado sufre interrupciones en su educación durante largos períodos de tiempo. Recientemente, miles de escuelas en Filipinas se vieron obligadas a cerrar debido al calor excesivo. Si bien este es un ejemplo de cómo las condiciones meteorológicas extremas repercuten directamente en la educación, también pone de manifiesto la necesidad de descolonizar los sistemas educativos. En este sentido, la activista explicó:

“Aquí en Filipinas las clases se han suspendido debido al calor. Es cierto, y se debe a la crisis climática, pero también debemos entender que siempre ha sido verano de abril a mayo. Hace años, no teníamos clases durante esta época porque era verano, pero para ajustarnos a Estados Unidos y a Europa y debido a la globalización modificamos nuestro calendario escolar. Ahora tenemos verano cuando el norte global tiene verano solo porque queremos adecuarnos a su sistema educativo, pero eso no tiene ningún sentido en nuestro clima”.

Además, añadió que “un gran número de docentes se pronunció en contra de esto. Lo primero es que el gobierno escuche al personal docente. Nuestras escuelas no están diseñadas para soportar ese calor y cada vez el calor es más intenso”.

Sindicalistas y activistas del clima por la justicia social y los derechos laborales

El grupo de jóvenes activistas e integrantes de la red convino en que la lucha por la justicia climática y la lucha por los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras están profundamente interconectadas. Quienes no cuentan con unas condiciones laborales decentes suelen ser más vulnerables a la crisis climática. Como subrayó Xiye Bastida, “la solidaridad entre movimientos es fundamental. No estamos aquí solamente para hablar del clima, estamos aquí para hablar de justicia”.

El personal docente y sus sindicatos desempeñan un papel especialmente relevante. Los docentes y las docentes no solo sufren el impacto directo de la crisis climática, sino que también pueden, a través de la enseñanza sobre el cambio climático, empoderar a las nuevas generaciones para que se movilicen. Los sindicatos de la educación están impulsando el cambio al defender mejores condiciones laborales para el profesorado y una educación climática de calidad para el alumnado. En este sentido, Phoebe Hanson destacó:

“Es realmente importante que los sindicatos de la educación trabajen a favor de la educación climática. La actividad de los sindicatos está profundamente enraizada en los derechos de los trabajadores y debemos asegurarnos de que la experiencia del personal docente presida nuestro enfoque sobre la educación climática”.

Hablando desde una perspectiva sindical, Jenny Cooper del National Education Union (Reino Unido) sostuvo que las cuestiones de “la crisis climática, la descolonización, la remuneración y las condiciones están interconectadas —todas provienen del mismo lugar, la misma codicia por el poder y la tierra. Tratar la remuneración y las condiciones laborales del personal docente nos sitúa en el camino correcto para hacer frente al cambio climático y a muchos otros problemas en nuestras sociedades”.

Motivos para la esperanza: Las recomendaciones de la ONU para fortalecer la profesión docente

En febrero, el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente publicó sus recomendaciones a fin de que los gobiernos transformen la profesión docente y aborden la escasez de profesorado. Además de salarios competitivos, condiciones de trabajo de calidad y autonomía profesional, el Grupo reclama

  • que la educación para la sostenibilidad, que comprende la alfabetización climática, se incorpore a los planes de estudios y a la enseñanza a todos los niveles;
  • que la formación y el desarrollo profesional del personal docente se potencie en consecuencia, de modo que los docentes y las docentes tengan acceso a materiales de enseñanza y aprendizaje gratuitos, de calidad y actualizados sobre estos temas;
  • que los gobiernos elaboren, financien y pongan en práctica estrategias de adaptación y de contingencia para hacer que las instituciones educativas sean más resilientes a los efectos negativos del cambio climático.

Estas recomendaciones constituyen una herramienta nueva y poderosa para hacer responsables a los gobiernos de priorizar la educación climática.

Los sindicatos de la educación continúan trabajando juntos por una educación climática de calidad para todos y todas

La Red del Clima de la Internacional de la Educación reúne a líderes sindicales y a personal que impulsa el trabajo de su sindicato en materia de cambio climático. La Red se creó en 2021 a fin de orientar la campaña Educar por el Planeta de la Internacional de la Educación, que aboga por una educación climática de calidad y una transición justa hacia una economía ecológica para todos y todas.

La campaña se basa en el Manifiesto sobre la educación de calidad para todas las personas en materia de cambio climático de la Internacional de la Educación —un instrumento político que describe el enfoque de la profesión docente para lograr una educación de calidad sobre el cambio climático y el marco político necesario para implementarlo.

Tras celebrar diez reuniones en línea, las personas integrantes de la red se reunirán en persona en el décimo Congreso Mundial de la Internacional de la Educación en julio de 2024.